Archive for the ‘Mi Aita’ Category

Zorionak Aita

viernes, octubre 14th, 2011

Hoy hace 6 años que te visite en el hospital, no imaginaba la mala noticia que me darían ese día.
nunca imagine que tras entrar en la habitación nos dirían que te quedaban pocos días de vida.El día mas cruel de todos, el de tu 52 cumpleaños. Hoy cumplirías 59 años, 6 años han pasado ya desde aquel día, 6 años en los que no te hemos olvidado ningún día, 7 años de cambios, de alegrías, de tristezas y sobre todo 6 años sin ti.

ya no estas entre nosotros, pero solo físicamente porque siempre estas presente en nuestras cabezas.

Zorionak Aita!!!

Zure Kemena

miércoles, febrero 16th, 2011

No estas pero si tu aliento

Zure Kemena (Idi Bihotz)

Argiak gorde diranean kriseilutan
ilunak kaleen luzea balztutean
zaratotsak apaldu egin dira
baztar guztietan
hiria lotaldi ixilean murgiltzean,otoitzean..
Hona inguratu zara nirekin amestera

Txikitan ardura barik bizi nintzala
orduak luze igaro ziran egunetan
bai kezkarik gabeko garaiak
iragan ziranak
nire baitan ernetu da hazia
hauxe da haurmina.

Hemen barriro zaukadaz
zure oroitzapena
aurrera egiteko beharrezko dodan kemena

Bizitza honen arnasa
bilakatu zan zure azken hatsa

Nire urratsa neketsua danean
sentitzen dot zure arrastoa
hemen nagizun animatu
makalaldian dana ilunduta orain ikustean
gogoan zaitut,ez zagoz baina bai zure arnasa,bai…

Nire ibilbidean bakarrik noanean
suspertu egingo nauzu haurtzaroan bezala
aurrera beti eginez oztopoak gora behera
zure hizpide lasaia dot orain akorduan

Hemen barriro zaukadaz
zure oroitzapena
aurrera egiteko beharrezko dot……zure kemena.

A mi padre, cada dia te siento junto mi.

Cada paso te noto caminar conmigo

No estas pero si tu aliento

24/10/2006 Un año sin ti

miércoles, febrero 16th, 2011

Hoy hace un año que te fuiste, justamente un año desde que te di el ultimo beso y desde que pude abrazarte por ultima vez.

Justo un año desde que te llevaron injustamente de mi lado.

Muchas noche me he preguntado porque te tubo que pasar a ti con la cantidad de malas personas que hay en este mundo, que o a quien le habias hecho algo malo para que te tubiese que tocar la peor de las suertes.

Lo peor que te podia pasar ocurrio al final, postrado en una cama sin poder leer, realizar crucigramas, sin poder escuchar tus canciones sin poder comunicarte con la gente que querias…

En ningun momento estubiste solo, no te falto la familia ni ningun amigo.A tu despedida acudieron desde los amigos de toda la vida hasta las ultimas personas a las que habias conquistado con tu forma de ser y tu alegria. No cabia en ningun sitio la gente que vino a despedirte.

Un año ha pasado desde que supimos que nunca volveriamos a verte, que nunca volveriamos a escuchar tus chistes malos a la hora de cenar, que nunca mas volveriamos a tener tus consejos, tu alegria y que nunca mas volveriamos a aprender nada de ti. Justo en la fecha mas cruel, tu 53 cumplaños.

Te fuiste demasiado pronto y dejandonos muy solos, demasiado, hoy la vida nos ha cambiado un poco y casi todo para bien (salvo que tu no estas) lo que me hace ver lo que muchos ya sospechabamos cuando te veiamos marchar entre lagrimas, que en el momento en que tu subieses alla arriba Dios se debia a retirar porque ya llegaba al cielo el jefe de todo, el que manda…

Aita seguimos sin olvidarte, gracias por todo.

Maite zaituz

Iker

In memóriam de un buen vasco

miércoles, febrero 16th, 2011

Este articulo lo escribio Alfredo Baragaño, un buen amigo de la familia que ha compartido muchos años de amistad con mi padre y mi madre.

Este articulo lo escribio a su vuelta del camino de santiago tras recibir una mala noticia.

Entre el Camino de Santiago y la poca fe

ALFREDO BARAGAÑO RODRÍGUEZ

In memóriam de un buen vasco

Intento escribir sobre el Camino de Santiago, pero casi no puedo. O por lo menos, se me hace muy duro. Es lo que siento. Ya casi no creo en nada y mucho menos creo en el santo. O por lo menos, va a tardar mucho en tener mi complicidad, si es que la tuvo algún día.

Salimos de León el día 7 de octubre mi mujer y yo. Una por devoción, mi mujer, y el otro, o sea, yo, por ver si era verdad lo que unos cuantos compañeros me decían continuamente del Camino de Santiago, independientemente de la fe, vocación o de la gana que tuviera uno de hacer deporte. O simplemente por andar, es lo que necesito. O por que las reminiscencias del pasado siempre perviven en lo recóndito de nuestras creencias y yo, pobre de mí, me aferré a esa idea como si a un hierro candente me enlazara, una vez que conocí la noticia: mi amigo del alma, José Ángel Osaba, estaba muy mal.

Su mujer, Tella, fue quien nos dio la noticia el día 12 de octubre. Como para las creencias no existe mejor cosa que creer, me aferré a un clavo ardiendo, pensando en que, si un hombre de poca fe le suplicaba al santo, ya que el salvoconducto de mi mujer lo tenía, pues miel sobre hojuelas. Y con esa idea seguimos el Camino. Viendo paisajes maravillosos, a pesar de la lluvia. Paisajes a veces duros, a veces de ensueño, y la mayoría de las veces, casi tan parecidos, que no igual, al paisaje de Asturias, que es la visión más maravillosa que uno puede contemplar.

Atrás dejamos albergues del peregrino uno tras otro. Algunos fabulosos, como el de Ponferrada o el de Arzua. Subimos puertos como el de Manjarín, Ocebreiro, El Poio.

Pero como la viña del Señor tiene que tener de todo, a veces nos topamos con inmundicias tales como los albergues de Portamarín (hacía un año que lo habían inaugurado), Melibe y Arca do Pino. Está así por desgracia y culpa de las hospitaleras. Lo denunciamos en la Oficina del Peregrino en Santiago. Pero poco a poco me fui acostumbrando al Camino (ya que mi mujer se acostumbró el primer día) y llegábamos pensando en José Ángel, en que el santo nos iba a conceder lo que por él habíamos suplicado con tanta fe o con tanta gana de querer creer. Craso error. El día 24 de octubre llegamos a Santiago. Por la mañana, a eso de las diez, estábamos sacando una fotografía y, de repente, suena mi teléfono. Era Tella.

Y como un mazazo resonó en mis oídos: Osaba acababa de fallecer sobre las cinco de la mañana. ¡El mismo día que llegábamos a ver y a rezar al santo! Qué injusticia, don Santiago, y qué poca relación tienes con el Dios en el que creo.

A Osaba lo conocí poco tiempo, apenas tres años. Nunca en mi vida vi (y tardaré mucho en ver) hombre tan positivo y tan alegre como él. Que tu alma y tu espíritu, compañero del alma, compañero, tenga tanta paz como bondad dejas entre los que te quisimos. Y Buen Camino.